Honeywell nos trae dos impresoras de etiquetas, PD41 y PD42, ideales para entornos industriales, donde haya una tirada media al cabo de la jornada ¿Y por qué son ideales? Porque gracias a su estructura metálica, podemos instalarla en entornos difíciles donde se requiere de un producto duradero, pero que a la vez sea práctico y muy rápido. Con dos versiones a elegir dependiendo de las necesidades.
El modelo PD41 es el más básico de los dos, pero no por ello menos potente. Gracias a su fiabilidad podemos sacar etiquetas a una velocidad de 150 milímetros por segundo, sin perder ni una gota de calidad. Esto la convierte en única porque lo habitual es que, a más velocidad, menos calidad. Mientras que su diseño sencillo y con solo un botón nos permite imprimir etiquetas de manera sencilla. Todo con una calidad de 300 ppp como máximo. Mientras que el modelo PD42 dispone de una versión con pantalla LED, para facilitar todavía más su configuración.
Ambas disponen de puertos Ethernet y USB, pero también posibilidad de añadir Wifi por si lo necesitamos. Incluyen la posibilidad de emular otros sistemas, por si necesitamos sustituir o añadir otra impresora, sin necesidad de hacer grandes cambios, una máquina que no puede faltar a tu lado y en tu día a día.